31 de agosto de 2011

2011 - 12º - SPA - TERRITORIO RED BULL

Carrerón de Fernándo, carrerón de Button, carrerón de Schummacher... ¿Y que pasa al final?
Pues otro doblete de Red Bull.
Spa solía ser un circuito en donde un piloto podía marcar la diferencia aunque no tuviera el mejor coche. Pero este año, no. Este año lo único que importaba era el ritmo de carrera porque la recta de Kemmel es lo suficientemente larga para pasar a cualquiera con la ayuda del DRS antes de la frenada de Les Combes.
Webber hizo una salida desastrosa, como suele ser habitual este año, cayó a la undécima posición y aún así acabó segundo sin mayores problemas. Demoledor.
Su compañero ganó la carrera sin hacer tampoco una gran actuación, eso sí, con una regalito de Hamilton en forma de safety car que le vino llovido del cielo.
Hay que asumir que Red Bull pudo tener algún problema puntual en circuitos como Nurburgring o Silverstone, pero sigue siendo el mejor coche de lejos y en Spa lo han vuelto a demostrar.
Es una pena que el carrerón de Alonso en la primera parte del Gran Premio haya quedado solamente en un cuarto puesto por un F150 que se viene abajo en cuanto le ponen el neumático duro, sobre todo si no hace calor como en Bélgica. De nada sirvieron las supuestas mejoras que iban a traer los de Maranello o los problemas de los austriacos con los neumáticos. Cuanto tienes un coche que es un segundo o un segundo y medio más rápido durante quince vueltas acaba machacándote.
Del GP de Fernándo me quedo con la salida espectacular ganando cinco puestos y el adelantamiento "de verdad" a Hamilton cuando todavía no se podía usar el DRS.
Hablando de Hamilton, tuvo un fin de semana de los suyos, o sea para olvidar. La lió el sábado con Maldonado en la crono y el domingo se tocó con Kobayashi, usando el DRS cuando no debía y se pegó un josconcio de los que hacen historia. Por lo menos esta vez reconoció que la había metido hasta el corvejón.
Hay quien dice que hacen falta pilotos como Hamilton porque dan espectáculo, y no les falta razón. Está bien como animador del mundial pero un piloto tan irregular no puede ser rival serio para un título a no ser que tenga un coche muy superior a los demás.
El que sí es un piloto serío aunque no sea tan rapidín como Lewis es su compañero de equipo. Button remontó nada menos que diez puestos en una carrera perfecta y sin errores. Sabe cuidar las gomas y leer las carreras como nadie y puede que no dé espectáculo pero mete la pata una vez por cada diez de Hamilton. Hoy lo bordó.
Como también lo bordó un alemán que nos recordó por qué es el piloto con mejor palmarés de la historia y que podría haber estado en el podio de no ser por una rueda suelta en la crono. ¿Alguien le había perdido la pista al tuercas?
Remontada de diecinueve puestos con un Mercedes, que no va mal pero no es ni mucho menos el mejor coche de la parrilla y adelantando a diez coches en la primera vuelta. Celebró sus veinte años en la F1 con una actuación al alcance de muy pocos.
Me gustó el adelantamiento de Webber a Fernándo en Eau Rouge. Como él mismo reconoció no hubiera arriesgado tanto con otro piloto. ¿De iniciales LH tal vez?
No me gustó la metedura de pata de Bruno Senna en la salida que dejó fuera de carrera a Alguersuari y a punto estuvo de eliminar también a Alonso. Y mira que Fernándo lo había avisado el sábado. Por cierto para quitarse el sombrero la calificación de Jaime.
Para terminar, colleja a un Felipe Massa que salía cuarto y acabó octavo y que parece que solo se acuerda de sacar el genio cuando se juega la posición con Fernándo. Eso si, cuando llega Hamilton no le aguanta ni una curva. Mientras siga en Ferrari, en Maranello se pueden despedir de ganar otro mundial de constructores.
Resumiendo, que si antes del parón había alguna remóta posibilidad de atacar el mundial, este doblete acaba de sentenciarlo a falta de siete carreras.
Después de Spa viene otro circuito mítico: Monza. Esperémos que en la parabólica nos vaya mejor que en Eau Rouge.

Nos vemos en las carreras.

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